La verdad es que no sé si deba escribir esto…
Lo cierto es que el último día del Pop Festival fui a Caracas solamente a «hacer la tarea». Es decir, a cumplir con mi tour y listo.
El grupo de rockeritos que me tocó en el autobús estuvo horrendo. Se quejaban por todo, orinaban a cada rato y se emborracharon antes de llegar a Valencia. Que fastidio!!!
Y querían escuchar Incubus toooooooooodo el viaje (a pesar de las protestas de otros participantes que querían dejar las canciones del grupo para el concierto).
El resultado de este intensivo de 5 horas de Incubus es que cuando llegamos a Caracas, le dije a mi pana Emperador: «Chamo, ¿estás pensando lo mismo que yo?»
Él, con su sonrisa maliciosa, me dijo «Exacto: no vayamos pa’ esa /&%/&%/&%»
Dicho y hecho. Dejamos a todo el mundo instalado, entrada en mano, contentos, borrachos y nos fuimos para el Sambil.
La pasamos de lo mejooooooooorrrrr. Fuimos de nuevo al Hard Rock Café, escuchamos un performance más malo que el c&&%% en la terraza, me compré un reloj bellìsimo en la tienda Swatch y hasta vimos Harry Potter y el Cáliz de Fuego.
Por supuesto, al salir del concierto, todo el mundo estaba destruido y nosotros…. sospechosamente radiantes… jum…
Sin explicaciones, nos montamos en el autobús escuchando que el concierto finalmente no había estado tan bueno como esperaban. Jejejejejejejje!!!
pues sí, yo fui la cómplice… (y no me llevaron ni una banderita del HRC -de esa que ponen en los sandwich)